domingo, 6 de octubre de 2019


OPINIÓN_ 6/10/2019



Los tiempos hasta el siglo 21


Tiempo para todo

Los tiempos que corren parecerían haberse acelerado notoriamente. La tecnología se ha aumentado notablemente, lo que debería acortar las distancias, sin embargo cada día tenemos menos tiempo para desarrollar labores y cumplir con los compromisos y actividades.
Un ejemplo que describe cómo en el pasado "rendía" mejor las horas diurnas (y nocturnas también): mi abuela, (que falleció poco antes de cumplir 100 años) contaba que cuando era niña, en el campo, en el departamento de Flores, desarrollaba un sinnúmero de actividades y tareas, tales como ir a ordeñar las vacas,desplegar otras actividades tales como ir a la ciudad, andar en sulky pasar a ver (y degustar los quesos estacionados), jugar ir a la escuela y cumplir con la ayuda a su mamá en la tareas domésticas del hogar, todo eso (amén de muchas cosas que desconozco por razones obvias, de no haber estado in situ), EN UN SOLO DÍA, con las limitaciones de locomoción, comunicación y carencia de diversas herramientas con las cuales contamos hoy en el siglo 21.

Tiempos acortados

Hay algunas teorías circulando en internet que hablan que desde el año 1980 a raíz del aumento de la velocidad de rotación de la tierra, debido al desvío de su eje en 2.7 millar segundos, (unos ocho centímetros)los días se estarían acortando y consecuentemente el tiempo para poder desplegar actividades.
Uno no es muy afecto a creer en todo lo que sale en internet, pero esta hipótesis, parecería avalar la brevedad del tiempo y concordar con el sentido común.

Tiempos acelerados

En el siglo presente la humanidad vive envuelta en una vorágine, cargada de estrés, ansiedad y depresión por no lograr alcanzar las metas económicas, materiales, profesionales, sentimentales anheladas.
La frustración, produce insatisfacción y las cosas materiales aparecen como herramientas improductivas e ineficientes para cubrir o rellenar la brecha ocasionada.
Las multitudes, al igual que en el siglo XX, asfixian y ahogan el grito del “hombre solo”, que hoy en día, camina de la mano (o con la mano) en su teléfono móvil, que lo hace sentir comunicado con el mundo, pero en la práctica, es solo un elemento que lo contacta e informa(o desinforma)
La tecnología, acerca distancias desde lo virtual, pero amplía la brecha en el contacto humano personal.


Tiempos distorsionados

En la actualidad, la humanidad ( en particular la occidental) padece de una crisis de valores, de un trastocamiento de tradiciones y costumbres clásicas judeocristianas, que se evidencia en el trato en los vínculos interpersonales, y en el poco valor que tiene la vida entre otros.

Tiempos difíciles

La brecha en la economía de las naciones, las diferencias socioeconómicas extremas, los intereses políticos, las guerras, la naturaleza en ebullición, presentan un escenario que muy bien podría calificarse como : Tiempos difíciles.

Tiempo de lo espiritual

Las diferentes creencias o religiones son el canal para quitar al hombre de su vorágine material, llevándolo a una plataforma de excelencia. Hoy el ser humano accede a muchísimas de ellas en busca de soluciones pero la mayoría no colman las expectativas espirituales, no proveyendo la cobertura adecuada al vacío existencial, dejándolo carente de la contención necesaria. Desde mi punto de vista hay una corriente espiritual o creencia que sí, puede dar respuesta, esperanza y reales expectativas auspiciosas, no solo para una vida trascendente, futura, sino para sobrellevar con plenitud los “tiempos difíciles” anteriormente mencionados. Pero eso. . . eso será motivo de otro artículo de opinión.


Gustavo Marcelo Pintos


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